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Del día a la noche

El día que fuimos a Kamakura aprovechamos para pasar por la ciudad de Yokohama a la vuelta.

Pasamos de la tranquilidad de los templos

Por la puerta


de las fuentes

Babeando

y de los jardines Zen

Jardin Zen

A las luces y a los rascacielos

Noria. Yokohama

Visitamos su caótico Barrio Chino

Barrio chino en Yokohama


Y quedamos hipnotizados por sus luces y su comida.

Barrio chino, pero en Japón

Y por la vista desde los rascacielos

Desde lo alto. Yokohama

Un broche final para un día genial

Lo más


No sé si lo sabíais, pero Japón tiene una amplia colección de "lo más".

La cuchara de arroz más grande, el templo más grande, la torre más alta, el Buda más grande.

Casi no había lugar que visitáramos que no tuviera según la guía "lo más" del país o incluso del mundo entero.

Una de nuestras primeras visitas con base en Tokyo, fué Kamakura, que no tiene el Buda más grande de Japón, pero casi.

El buda de Kamakura


Fuimos en Domingo y pudimos disfrutar de las dos caras de la moneda.

Ofrendas

La cruz, estaba a reventar.

Kamakura hasta los topes

Ibamos detrás de la masa de japoneses con día de fiesta disfrutando de este Otoño.

Otoño japones

No puedo reprochárselo. El día era una maravilla, pero fué nuestro primer baño de fotógrafos en masa y os puedo asegurar que era toda una experiencia. (Si uno hacía una foto, todos iban detrás a imitarle, aunque la foto fuera de una piedra en el camino)

La cara, coincidió con el día de la bendición de los niños y nos encontramos con estas maravillas.

De ofrenda

Vestida para la ofrenda

¿Os habéis fijado en Papá Noel? Estaba ahí detrás.

Ver a ese hombre fué sin duda como una especie de flash-back, una incongruencia en el tiempo y el espacio.

No sólo eso, sino que había una boda.

Boda


Fué un día redondo. Tan redondo, que nos sentimos como niños y nos comimos un sano chupachups (una uva pinchada en un palo y caramelizada)

Chupa chups sano

El día no terminó ahí, todavía hay mucho más, pero por ahora os dejó con la imagén del segundo Buda más grande de Japón, por si no os quedó claro, que grande, es un rato.

El 2º más grande

Luces, cámara y acción

Tokyo es la ciudad de las luces, de la prisa.

Nadie está más de dos segundos en el mismo sitio, poca gente va sóla, casi todos en grupo y el teléfono móvil es cómo una extensión de sus manos, un dedo más.

Lo que más llama la atención es que el tumulto está organizado. Cientos de personas cruzan las calles al mismo tiempo pero ninguna se toca. Todos tienen su espacio propio alrededor. Algo mágico y misterioso, difícil de entender.

Cruzando la calle


Tokyo nos recibió lloviendo, pero eso no nos desanimó a recorrer sus barrios, a descubrir sus rincones y todo lo que la ciudad quisiera mostrarnos.

De lunes

Y descubrimos que a los japoneses les apasionan los dulces.

Dulces de castaña

A lo largo y ancho de Japón nos encontramos colas en las tiendas para comprar las galletas típicas de la zona.

Que detrás de las calles super pobladas, siempre hay lugares tranquilos dónde sentarse a descansar.

Canalón

Esto es un canalón japonés. Una verdadera preciosidad, aunque dudo que útil si es que cae mucha agua.

Que es posible desayunar pescado crudo a las 6 de la mañana.

Desayuno


Y que una ciudad de miles de rascacielos puede ser tan bella al anochecer

Anochece en Tokyo

como el amanecer.

Amanece en Tokyo


Y esto, sólo fué el principio.

Bajo los efectos del Jet lag

Hemos vuelto.

El país del sol naciente es un lugar de contrastes, de grandes diferencias capaces de convivir y complementarse entre ellas como en ningún otro lugar del mundo sería posible.

Dos mundos que se juntan

Es difícil de explicar sin experimentarlo. Todavía estamos asimilando todo lo que hemos visto, vivido, probado y tratado de entender.

Sí, porque esa leyenda negra de que en Japón no se habla inglés, no es leyenda, es pura realidad.

Esa idea preconcebida de que el japonés va en grupo, siguiendo la banderita del guía y es el más grande paparazzi, no es idea, sucede no sólo fuera, sino dentro de sus fronteras.

Paparazzis

He venido enamorada de Kyoto, de la comida japonesa y de sus onsens (una especie de spas naturales a la japonesa). No podría vivir allí para siempre, pero una temporadita,....

Comida japonesa

Os contaré largo y tendido en breve.

Mientras tanto trataré de recuperarme de este no saber en que hora vives (no recordaba que en Finlandia por esta época casi ni sale el sol) y de volver a la realidad.

¡Cómo me gusta viajar!

Otoño en el país en el que nace el sol


Por cierto, encontramos a Papá Noel de vacaciones por allí. Supongo que cargando las pilas.

Papá Noel de vacaciones
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