Hoy hace dos años, me levanté pensando en la fiesta de la noche anterior. ¡Todo un éxito!
La noche antes organizamos una cena en una bodega con comida y bebida típica de Zamora.
Gracias Tito por prestárnosla.
Gracias Tito por prestárnosla.
Hoy hace dos años, llegué a casa sin comer y me encontré a mi madre al borde de un ataque de nervios: gente en casa, arreglos de última hora y su hija tan tranquila, sin vestir y sin nada.
Hoy hace dos años, me trajeron a casa un ramo de flores precioso y me leyeron un verso, como en las mejores novelas de Shakespeare.
Miguel me dijo: Si te fías de mí, déjate sorprender.
Él vino a verme en una prueba del vestido, yo me dejé sorprender y no tengo que deciros que el ramo me encantó nada más verlo.
Él vino a verme en una prueba del vestido, yo me dejé sorprender y no tengo que deciros que el ramo me encantó nada más verlo.
Foto de Estudio Mynt
Hoy hace dos años, me dí cuenta de que aunque creas ser dueño de tu voz, un cambio de idioma demuestra a una iglesia llena de gente que no lo eres.
Hoy hace dos años, llovía, pero no me importaba porque toda la gente con la que quería estar, estaba junta en el mismo sitio, en el mismo momento. Con nosotros.
El paragüas lo compré el día antes. Casi no había en ningún sitio, porque la época de lluvias ya había pasado, pero al final tuve la suerte de llevar algo azul y nuevo en el mismo paquete.
Foto de Estudio Mynt
Detalles, eso es lo que hace que la vida merezca la pena, lo que convierte un momento importante en algo inolvidable.
Afortunadamente, mi vida esta llena de ellos. Ojalá la vuestra también lo esté.
Estos fueron nuestros centros de mesa. Cuando le expliqué a Marta mi idea, ella estuvo encantada de probar algo diferente y original.
Gustaron tanto, que la gente se los llevó a casa.
Gustaron tanto, que la gente se los llevó a casa.