He decidido hacer un impás en nuestros viajes por el mundo, para enseñaros el cumple de Pol.
Nuestro peque cumplió 3 años el 18 de Agosto y lo celebramos por todo lo alto, como se debe hacer con cualquier cumpleaños que se precie.
Si queréis que os cuente un secreto, la culpa de la temática la tiene Instagram. Mi primera idea era haber organizado una fiesta llena de tractores y camiones, a lo chicarrón total, pero una noche antes de irme a la cama me encontré con esto y me entraron ganas de preparar una fiesta llena de pasteles, pompones y lunares.
Pensé que este año era mi última oportunidad y aprovechando que vivimos rodeados de barcos que vienen y van y que nos encanta mirarlos por la ventana, decidí que la temática sería el mar.
Empecé muy animada diseñando estampados para banderines, comprando papeles de color pastel y pensando en cual sería le mejor manera de presentarlo en nuestro salón.
Pero una noche, mientras cortaba papel de nido de abeja, Pol vino a sentarse conmigo para que le leyera un cuento y me di cuenta de que estaba yendo por el camino equivocado.
A Pol le gustan los barcos, los peces y las tortugas, pero no le interesa nada el papel de seda, los estampados de lunares o las pajitas de papel.
Marcha atrás, que nunca es tarde, decidí utilizar sus libros de cuentos como inspiración y empezaron a salir guirnaldas de barcos de papel, ballenas de cartón, pulpos con pajarita y hasta una familia de tortugas.
Del papel de nido de abeja salieron unas medusas la mar de graciosas y nada venenosas y Pol me ayudó a decorar un barco con ventanas de platos de papel que se quedaron vacías de polizontes porque, como siempre, mamá llegaba tarde a última hora.
Como la familia de verdad nos queda muy lejos, invitamos a la familia de aquí y a todos los niños de su clase. No vinieron todos, claro está, pero llenamos la casa de risas, niños y gente contenta.
Para invitarlos, diseñé una invitación inspirada en la típica bolsa de plástico que te dan cuando compras peces para el acuario.
Imprimí la invitación en papel de acuarela, la metí en una bolsa de plástico y llené la bolsa de peces de galletita salada. Los até con baker twine de colores y listos para llevar.
Foto de Instagram: conchig
Para montar el cumple, retiramos toda la decoración de una pared del salón y movimos la mesa del despacho. En un momento convertimos la casa en un pequeño océano.
Este año estaba dispuesta a hacer unas fotos en condiciones a la fiesta y me propuse no terminar todo en el crítico momento. Por si acaso hice estas fotos el viernes a las 7 de la mañana, antes de salir a trabajar, por eso de que nunca se sabe lo que puede pasar.
El día del cumple, media hora antes de las tres de la tarde llamaba a la puerta nuestra primera invitada. Curiosamente pensaba que llegaba tarde porque aquí las fiestas de cumple empiezan después de la siesta de los niños, entre la 1:30 y las 2.
Así que de nuevo, no hay fotos de la fiesta montada, más que dos o tres que hice con el móvil y que dejan constancia de que comimos muy bien.
1. Estado de las mesas de niños casi al final de la fiesta y constancia de que aquí los bocatas de nocilla tienen éxito 0. El año que viene aumento ración de tomates cherries, zanahorias y pepino.
2. Gorros de papel muy náuticos y la prueba de que siempre ando tarde. Cosas que pasan.
3. Así presenté los platos y los cubiertos al lado de la mesa de los mayores. La caja es de
Mr. Wonderful, los platos de triángulos tan monérrimos son de
my little day pero yo los compré en
Pino. Aunque fuera de aquí muráis de envidia, los de flores son de
Marimekko y se encuentran en cualquier súper. Los cubiertos de madera los encontré en
Étola.
4. Para que no se diga que no somos españoles, la mesa de los mayores estaba llena de embutidos y quesos del país, empanada y alguna que otra ensalada que a esa hora ya había volado.
Por la mañana cociné una
tarta de chocolate para Pol, receta de
My little things. Teníamos otras dos tartas más, pero el cumpleañero es bastante especialito con este tema, así que decidí ir por lo seguro. (Gracias, Ivana)
Unos barcos y unos peces de papel dejaron la tarta lista para ser soplada.
La foto de las velas también es de Instagram, cosa de las nuevas tecnologías y de
Päivi Anita, la madre de una amiga de Pol que hizo esta foto tan chulísima.
A la hora de irse, cada niño se llevo un pececito a casa con algún que otro dulce en las tripas. El tutorial para hacerlo lo podéis ver en
Baballa, pero os recomiendo que veáis el video si no estáis muy duchos en papiroflexia, porque es facilísimo, facilísimo y la verdad es que al principio no lo parece.
Recordarme para el año que viene que me repiense lo de un fotógrafo en el cumple, porque es un poco vergonzoso que este sea el segundo año y estemos de nuevo así.
Por ahora, los restos de la fiesta siguen presentes en casa y estoy pensando si recolocar alguno de ellos en su habitación.
Lo que si es verdad es que las guirnaldas quedan muy festivas desde la calle
Día 53 de #365cosasquepasan by @conchig
y que Pol ya tiene 3.