Hace dos semanas un viaje de trabajo a Madrid me dio la oportunidad de pasar unas noches con amigas, visitar sitios bonitos y aprovechar para vivir una experiencia que os vengo a recomendar.
24 personas desconocidas alrededor de una mesa, una puesta en escena muy cuidada, un lugar descontextualizado pero con mucho encanto y un menú de chuparse los dedos presentan las cenas clandestinas de We love, una empresa que se dedica a crear vivencias, momentos especiales difíciles de olvidar.
Yo les tenía echado el ojo desde hace algún tiempo, pero los eventos que organizaban nunca me coincidían con las fechas que viajábamos a España. Hasta esta vez.
La cosa funciona así.
Ellos anuncian las fechas de la cena con un par de semanas de antelación, a veces menos. La información sobre ella es vaga, pero evocadora, lo único que sabes es el número de plazas y el número máximo de sitios que puedes reservar, por eso de que mezclar gente atrevida y con ganas de aventura siempre es un plus.
La reserva se hace a través de un mail y de la misma forma recibes la dirección del lugar dónde será la cena. Esta vez, la dirección que yo recibí fue la del Garden Center los Peñotes, en la Moraleja y os tengo que contar que se me pusieron los pelillos de punta de anticipación y emoción.
Yo animé a un par de amigas a venir conmigo. Ellas no habían oído hablar de We love, ni de la filosofía Kinfolk, que yo sepa no leen blogs y no han oído hablar nunca de Pinterest, tumblr o Instagram, así que se fiaron 100% de mis gustos y mi criterio y por eso no puedo estar más que agradecida. (Muchas gracias chicas)
La experiencia fue increible.
En medio de la vegetación, casi a la entrada de los Peñotes hay un invernadero semiesférico que actualmente no está en uso. Si el invernadero ya de por sí es precioso, lleno de plantas e iluminado por velas y guirnaldas de bombillas, parece sacado de un libro de cuentos o de un sueño encantado.
La mesa, los bancos y la sillas eran antiguedades que me hubiera querido llevar a casa. Con la vajilla de porcelana y los cubiertos grabados se mezclaban botes de conserva de cristal como vasos y cada invitado teníamos la minuta impresa en nuestro sitio junto con un pequeño bote de cristal lleno de semillas de Eneldo.
La cena empezó de pié, como toda buena cena que se precie, con unos aperitivos de hummus de remolacha y unas tostadas de queso con higos y miel que estaban para chuparse los dedos. La gente estaba expectante, en grupitos, sin saber muy bien si acercarse a los demás y empezar a hablar o dedicarse a admirar la puesta en escena.
Aquí venía el postre: helado de Violeta con tapioca aromatizada.
Podéis ver más platos en el instagram de Gourmetillo.
A la hora de sentarnos, Marta, como buena anfitriona, nos indicó nuestros sitios y tengo que deciros que o tiene el don de conectar a la gente sin conocerla o la gente de ese Sábado era especialmente especial y todos conectamos con todos desde el primer momento.
@conchig
Curiosamente recuerdo haber hablado más con otros invitados que con mis amigas y creo que a ellas le sucedió exactamente lo mismo. La atmósfera que se creó fue tan agradable que disfruté hablando de viajes, de deportes y de estilos de vida con gente a la que no había visto hasta el momento de sentarme en aquella silla.
Una experiencia mágica, que repetiré siempre que pueda. Os la recomiendo, como creo que os la recomendarían los 23 otros comensales con los que compartí mesa esa noche.
Mis fotos esta vez no son gran cosa, principalmente porque me dediqué a disfrutar del momento. La gran Lucia M asistió a la cena del día anterior y estas son sus fotos. En ellas estoy segura de que podréis entender mejor lo que vivimos aquella noche.
Gracias de verdad a We Love por lanzarse a crear estas vivencias difíciles de olvidar.
Nunca había oído hablar de We Love, pero la iniciativa me recuerda a las cenas en blanco que se hacen en algunas ciudades, como en la mía. Es un poco diferente: sólo puedes participar si te invitan, tienes que ir de blanco y cada mesa debe llevar su propia comida y accesorios (cubertería, etc). Se hace en lugares públicos pero no se sabe hasta un par de horas antes de que empiece. Es una reivindicación de los espacios públicos. Me parecen ambas iniciativas muy interesantes y divertidas!
ResponderEliminarNisi, ¿y dónde vives? Me pasé por tu blog y ví que estás en África, ¿es ahí dónde las organizan?
EliminarVivo en Mallorca. Lo de África es un viaje de trabajo que me ha traído al Hemisferio Sur tres semanas. :)
EliminarMira, aquí hay información de las cenas en blanco en mi ciudad:
http://www.cenaenblancomallorca.com/index.html
https://www.facebook.com/pages/Cena-en-Blanco-Mallorca-d%C3%AEner-en-blanc-white-dinner-p%C3%A1gina-oficial/161363937261584
No había oído hablar nunca de We Love... me parece una iniciativa curiosa, ¿aolo se lleva a cabo en Madrid?
ResponderEliminarPlaceres de Domingo, no, hay muchas otras ciudades que hacen cenas o comidas de este tipo, pero normalmente no están abiertas al público. ¿Has oído hablar de Kinfolk?
EliminarEs una revista que fomenta este tipo de cosas, pero vamos, ni ellos fueron los primeros, ni seguro son los mejores, así que todo es buscar por ahí u organizarla tú.
¿Dónde vives?
Ostras!!! Me ha pareciodo sorprendente e increíble!!! Me ha encantado vaya... lástima que no vivo en Madrid, más bien vivo un poquito lejos pero para quién tenga la oportunidad de acudir como tú la tuviste que la aproveche porqué ha de ser genial...
ResponderEliminarBesitos!!
Ana
Ana, pero en barcelona seguro que también hay.
EliminarMira por aquí: http://openhouse-project.com/
Que propuesta más chula, en Madrid hay un montón de cosas así, y la verdad es que da gusto hacer cosas diferentes. A ver si puedo llevar a mi chico a una de estas.
ResponderEliminarUn saludo
Conchi como me ha gustado esté post y por fin me animado ha comentarlo. siempre me han gustado mucho los países escandinavos, su manera de vivir y decoración y un blog me llevo a otro , hasta que di con el tuyo , ya lo sigo desde hace mucho tiempo, pero no me animaba a comentar, y desde luego me encanta como explicas las cosas que vives y las fotos que haces de ello. También me hizo gracia que fueras de Zamora , mi padre era de Benavente y mi madre es catalana.Y por fin me he decidido ,ser una mas a los que ya son seguidores tuyos y felicitarte por tus fotos y tus vivencias recomendadas .Felicidades!!!!!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarRomvic70, bienvenida. Me encanta saber quién hay al otro lado de la pantalla. :)
EliminarYo a esto lo llamo envidia, con todas sus letras. He oído hablar de ello y lo he visto en varios blogs. Me encantaría !!! lo que pasa es que sola me da no se qué ir y no tengo a ningún amigo que le gusten estas cosas. En fin, ya llegará el momento, no pierdo la esperanza. Un besito.
ResponderEliminarChus, había gente sola. De hecho aunque yo fuí con amigas no hablé con ellas prácticamente en toda la cena.
EliminarLa idea es exactamente esa,q ue puedas compartir la experiencia con desconocidos.
Prueba, ya verás que no te arrepientes
Acabo de leer una entrada en otro blog sobre esto y me han dado unas ganas tremendas de apuntarme a la próxima, tuvo que ser genial :)
ResponderEliminarMarie lived in London
Fue genial. Altamente recomendado
EliminarTengo unas tremendas ganas de disfrutar de una cena organizada por ellos.
ResponderEliminarLos conocí vía web y me alucinó la iniciativa.
Bss
Qué experiencia tan especial y única! Me ha encantado leerlo. Soy una gran fan de Kinfolk pero no sabía que por aquí también tuviéramos cosas similares. Miraré a ver si por Barcelona... muchas gracias por compartirlo!
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