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10 son números redondos
Ayer el peque cumplió 10 mesazos.
A mí ya no me queda nada para volver a la oficina, así que andamos aprovechando este tiempo al máximo.
Me quedan muchos días de parque, risas y dolor de espalda (Pol está aprendiendo a andar y ando más encorvada que recta ;) )
Nos vamos a gatear un rato.
Pasando del 2.0
Hoy ha vuelto el mal tiempo. Lluvias y temperaturas cercanas a los 10ºC.
Se ha hecho un poco cuesta arriba después de dos semanas de verano, pero la verdad es que las hemos aprovechado a tope.
Yendo de picnic,
Disfrutando del sol debajo de la sombrilla
En el parque
Y de excursión.
Este fin de semana estuvimos en Loviisa, un pueblo a una hora de Helsinki dirección San Petesburgo. Ya habíamos estado antes, pero esta vez queríamos visitar los jardines privados de sus impresionantes casas y Ruth, que vive allí, nos hizo de cicerone.
Como en las otras ocasiones, el paso del 2.0 a la realidad no decepciona, sino todo lo contrario.
Pasamos un día estupendo y nos quedamos tan, tan enamorados del pueblo, que volveremos para pasar unos días más adelante.
Si no conocéis a Ruth, os recomiendo que os paséis por su web y por su blog.
Es diseñadora de joyas, casi todas en madera pintada a mano, que son una verdadera obra de arte. Y por si fuera poco, es ilustradora.
Estoy deseando que se lance a vender sus ilustraciones on-line, porque alguna de ellas acabará en mi cocina.
Ruth, muchísimas gracias por enseñarnos Loviisa y por compartir tus amigos con nosotros. Fue una tarde inolvidable, sobre todo para el peque, que terminó encantado de jugar con Satu y Kimo y de gatear por el cesped.
Cuando vengas a Helsinki, ya sabes dónde tenéis vuestra casa.
Se ha hecho un poco cuesta arriba después de dos semanas de verano, pero la verdad es que las hemos aprovechado a tope.
Yendo de picnic,
Disfrutando del sol debajo de la sombrilla
En el parque
Y de excursión.
Este fin de semana estuvimos en Loviisa, un pueblo a una hora de Helsinki dirección San Petesburgo. Ya habíamos estado antes, pero esta vez queríamos visitar los jardines privados de sus impresionantes casas y Ruth, que vive allí, nos hizo de cicerone.
Como en las otras ocasiones, el paso del 2.0 a la realidad no decepciona, sino todo lo contrario.
Pasamos un día estupendo y nos quedamos tan, tan enamorados del pueblo, que volveremos para pasar unos días más adelante.
Si no conocéis a Ruth, os recomiendo que os paséis por su web y por su blog.
Es diseñadora de joyas, casi todas en madera pintada a mano, que son una verdadera obra de arte. Y por si fuera poco, es ilustradora.
Estoy deseando que se lance a vender sus ilustraciones on-line, porque alguna de ellas acabará en mi cocina.
Source: ruthlandesa.com via Conchi on Pinterest
Ruth, muchísimas gracias por enseñarnos Loviisa y por compartir tus amigos con nosotros. Fue una tarde inolvidable, sobre todo para el peque, que terminó encantado de jugar con Satu y Kimo y de gatear por el cesped.
Cuando vengas a Helsinki, ya sabes dónde tenéis vuestra casa.
En el país de al lado
Hemos pasado este fin de semana largo en el país de al lado, Estonia.
A sólo una hora y media en el ferry rápido, Tallin es una ciudad que uno no puede perderse si se anda por aquí.
(Esta foto está sacada con el móvil desde la ventana del hotel.)
Esta ya era mi cuarta vez y dudo que sea la última, por lo que os podéis hacer una idea de lo mucho que me gusta esa ciudad.
Como esta vez íbamos con más tiempo, hemos aprovechado para pasear con calma, perdernos por las callejuelas y disfrutar del buen tiempo en las terrazas.
Todo un placer.
En breve os traigo más fotos.
Ahora me voy a disfrutar del buen tiempo, que eso aquí no se tiene todos los días.
(Por cierto, para ver más de Tallin en un post de hace mucho, mucho tiempo, picha aquí)
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