Marc tenía un mesecillo recién cumplido y no me veía con ganas de montar un cumpleaños por todo lo alto. Pero tampoco me apetecía no celebrarlo, así que decidí hacer una fiesta "familiar", con esos amigos que son como familia y dejarle elegir de qué quería la fiesta.
La respuesta estaba clara: Pol quería una granja con sus vacas incluídas.
La invitación, aunque parece complicada fue muy sencilla. Utilicé un dibujo de una granja que encontré en internet para aprender la canción de Old McDonalds y le añadí algunos toques para hacerla en 3 dimensiones. Cada invitación tenía un animal, la puerta se abría para dar los datos prácticos y la gallina salía por la ventana del granero. Duraba poco en las manos de los niños de 4 años, pero estaban encantados con su granja en miniatura.
Si hubiéramos invitado a más gente hubieran sido más sencillas, pero eso es lo bueno de las fiestas reducidas, ¿no?
Para montarla no me comí mucho la cabeza. Utilicé las cosas que tenía por casa, animales de juguete incluídos. Busqué flores silvestres e hice unas guirnaldas de manzanas y ya tenía ambientación granjera.
Las botellas son recicladas de smoothies y aunque entre los niñOs no tuvieron mucho éxito, las niñAs no las soltaron en un sólo momento.
Ya os he contado que la comida de los cumples españoles no triunfan por aquí. Este año cambié los bocatas de nocilla por perritos calientes y tuvieron mucho más éxito, la verdad.
Aunque como siempre, los ganadores de la tarde fueron los tomates, las zanahorias y los pepinos., debidamente marcados con sus etiquetas, como si estuvieran listos para llevar al mercado. Puse gominolas y chocolatinas, pero se las comieron al día siguiente en la oficina de Jaume. (Está claro que yo no aprendo)
La zona de los mayores tenía por supuesto productos de la granja. Uno de los motivos porque nuestras fiestas triunfan, a parte de por lo majos que son los anfitriones, es porque siempre hay buen jamón y buen vino.
Las tablas de quesos y embutidos son sencillas de preparar y muy agradecidas visualmente. Añadí diferentes tipos de pan, mermeladas, frutos secos y un centro hecho de verduras y era casi, casi, como si hubiéramos hecho una fiesta en el campo.
Lo importante es lo bien que se lo pasaron los peques jugando con los animales de la granja y a los tenderos con las cajas y las etiquetas de la mesa de las verduras.
Y es que increíblemente mi pequeño grande ya tiene 4,