Cuando era pequeña sabíamos que el cole estaba a punto de empezar porque mi madre nos llevaba a comprar el babi del colegio y después bordaba nuestro nombre en hilo azul.
En Helsinki no llevan babi, aunque no sería mala idea porque a veces la ropa vuelve a casa siniestro total, pero sí que hay que marcar toda la ropa que llevan a la guardería, calcetines incluidos. Mucho bordar, si señor.
(Sólo hay que ver cómo tiene los pantalones)
Pero la aguja no es lo mío. Sé hacer punto de cruz y creo que sería capaz de bordar las tres letras, pero no me veía bordando día y noche toda la ropa del armario. No, no.
Había que buscar soluciones.
Lo primero que me fijé cuando llegué aquí, es que las marcas nórdicas de ropa para niños añaden una etiqueta más a las miles que ya les ponen en el resto de los países.
Además de la de lavar a mano, hecho en India o marca fulanito, siempre añaden una etiquetita más que pone "Name". Muy práctico, muy útil. Sólo hay que coger un boli, poner el nombre y ropa marcada.
Pero yo no quería un boli normal, quería algo especial, así que compré esto:
(Rotuladores para tela. Los míos, marca Carioca)
Las primeras camisetas, pantalones, calcetines y jerseys salieron tricolores y alegres. Como mi chiquitín.
Pero luego, empecé a pensar que sería estupendo poder hacer las etiquetas todavía más diferentes. Así que comencé mi peregrinaje para encontrar tejido termoadhesivo que pudiera meter en la impresora.
No tuve mucha suerte, desde aquí os lo digo.
El idioma no ayudó y el hecho de no saber muy bien lo que estaba buscando, tampoco. Al final encontré en una papelería algo llamado "T-shirt Transfer", que cómo el nombre indica, transfiere lo impreso a un tejido.
Si os decidís a probarlo aquí os dejo algunos consejos:
1. Pensad bien el tipo de ropa que vais a marcar. Si la mayoría es oscura, tendréis que añadir un fondo a vuestro texto.
Sólo lo impreso se transfiere a la camiseta y la impresora no imprime el blanco si antes no se lo has añadido como color.
En internet hay muchas páginas que ofrecen tipografía gratuita para uso no comercial. Estas son algunas de las que uso:
Para fondos chulos, chulos, aquí os dejo unos tutoriales para Photoshop:
2. Espacia los nombres entre sí y trata de alinearlos lo máximo posible. Te será muy útil a la hora de cortarlos.
Yo hice mi diseño en Photoshop, pero si sólo vas a añadir letras, como yo, un editor de textos, como Word, será mucho más útil.
3. A la hora de transferir el texto al tejido, sigue las instrucciones del fabricante.
En mi paquete decía claramente que no se utilizara la tabla de la plancha, sino una superficie de madera.
Nosotros no tenemos ninguna mesa de madera, todas son de cristal, así que para mi primera etiqueta utilicé la tabla de planchar. La etiqueta no quedó mal, pero tampoco perfecta.
Luego pensándolo friamente me dí cuenta que el proceso debe necesitar mucho calor, por eso lo de la superficie de madera que evita la pérdida del calor.
También está prohibido el vapor, nada de humedad en el proceso. Así que cambiar la palanca, si, como yo, no la sacáis nunca del vapor máximo.
4. Ser todo lo creativos que queráis.
Yo sólo añadí letras, pero si os animáis a dibujar, aquí os dejo el link a un tutorial de Ishtar Olivera que añade dibujos a sus fotos. ¡Una belleza!
Así quedaron algunas camisetas, pero seguiremos probando.
Si no os atrevéis a ninguna de estas cosas, hay muchas empresas en el mercado que venden las etiquetas ya hechas.
Lucía enseñó las suyas, pero seguro que hay muchas
más.
Y vosotros, ¿cómo marcáis la ropa de vuestros chicos? ¿Conocéis algún otro tipo de tejido termoadhesivo para probar?
Nos vemos mañana. Nos vamos de viaje y quiero todas vuestras direcciones secretas.
Una pista de uno de nuestros destinos.
¡Hasta mañana!