Magia

A mí el Otoño por aquí se me antoja un pelín mágico.

Quizás esa explosión de color es la forma que tiene esta tierra de despedirlos hasta la primavera que viene.

Hei, hei amarillo.

Bye, bye rojo.

Hasta pronto verde.

Esta mañana cuando salimos a pasear la magia era doble, ¡o triple!.

No sólo se levantó un día lleno de colores, expléndido, sin nubes y hasta un poco caluroso,

sino que a las 12 de la mañana todas las hojas seguían repletas de gotas de agua perfectamente alineadas que, al reflejar la luz, hacían que el suelo brillara mágicamente como repleto de joyas preciosas.

Me gusta pensar que es un pequeño regalo, un poquito de magia que nos trae el Otoño y aunque mi parte científica me dice que tiene una explicación muy sencilla, no puedo dejar de sonreír cuando camino por la calle rodeada de tanta belleza.

Señora Clorofila y señora Presión de vapor de saturación, gracias por hacer la vida tan bella.