Mala suerte

El viernes pillé un virus, hice la peor tortilla de patatas de mi vida (delante de un amigo al que habíamos invitado para enseñarle como se hacía) y nos volvimos a cargar el ordenador.

Sigo con lo primero (mareos y fiebre a troche y moche, además de aburrimiento), lo segundo no hay quien lo arregle y respecto a lo tercero, veremos a ver si lo arreglamos pronto porque con este ordenador puedo hacer la mitad de cosas que con el otro.

Llevo todo el día mirando por la ventana, pensando en que buen día hace fuera y yo aquí, tumbada en el sofá, viendo televisión basura.

Pero nada, ya se sabe: ¡al mal tiempo, buena cara!

Así que ya que no puedo salir a disfrutar del día y a buscar mis 16 tesoros, he decidido buscarlos dentro de casa, eso sí, a lo largo y ancho del mundo (del nuestro, del que hemos viajado).

Estos son mis tesoros:

1. Un café:

¿Qué os parece este en una pequeña isla de Croacia? Además de las vistas y la compañía, el café estaba buenísimo.

2. Una embarcación:

En la bahía de Halong, Vietnam. La gente vive en el agua y se desplaza de un lado a otro en pequeños botes, como este.
Comimos en uno de los botes - casa y la comida estaba buenísima.

3. Una escalera:

En Balí, Indonesia. Pertenece a un templo en un pequeño pueblo en medio de un arrozal.
Al preguntar si podíamos visitarlo nos comentaron la posiblidad de cenar en el mismo templo. Por supuesto, dijimos que sí.
No sólo tuvimos una cena romántica e inolvidable, sino que al final,
un sacerdote que volvía a purificar el templo, nos bendijo a nosotros y a nuestro matrimonio.
Una boda balinesa sin invitados. Sólo nosotros, el templo y las estrellas.

4. Una escena de amor:

La foto no es buena, lo reconozco. Estábamos muy lejos para la cámara,
pero la escena era tan romántica que no pude dejar de fotografiarlos.
Esto es La Habana, Cuba. Nosotros estábamos tomándonos un mojito en una terraza.
Ellos paseaban, les sorprendió la lluvia y se resguardaron en nuestra terraza.
Durante un rato, para mí sólo existió la lluvia, la música y ellos. Para ellos, sólo ellos, no había nadie más alrededor.

5. Un puesto de prensa:

Damasco, Siria.
No vendían revistas, ni periódicos. Dudo que allí haya más de un periódico.
La verdad es que nunca se me había ocurrido fotografiar algo así. Ya lo buscaré en mis próximos viajes.

6. Un artista callejero:

Turku, Finlandia.
Este hombre estaba casi en éxtasis mientras tocaba.
Es increíble lo que nos transporta la música.

7. El suelo:

Desierto del Namib, Namibia.
En este suelo un día hubo un lago. Por un movimiento de tierra,
el río que lo alimentaba se desvió y el lago se fué secando poco a poco y con él, la vida.
Ahora sólo hay desierto. Y vida, sólo hay que buscarla más detenidamente.

8. Un animal:

Botswana. Me sorprendió y me encantó lo cerca que se podía estar de los animales.
Sólo hay que ir en época seca y esperar a que los animales vengan a beber agua a los lagos que hay cerca de los campamentos.
Es mágico.

9. Una escultura:

San Sebastián, España. Escultura de Chillida.
Si no conocéis San Sebastián, no dejéis de ir. Y de paso, acercaros al Chillida-Leku.
Un museo al aire libre donde reina la tranquilidad y la belleza.

10. El menú de un restaurante o de un bar:

Wengen, Suiza. Pertenecen a un bar con forma de tipi (tienda de campaña típica india).
Un lugar de refrigerio para los esquiadores entre subida y bajada.

11. Una bicicleta:

Porvoo, Finlandia. ¿Quién no querría una bicicleta como esta?

12. Un niño desconocido:

Sapa, Vietnam
Me apasiona fotografiar a la gente. Antes, cuando no llevaba la cámara a todas partes
y no me interesaba la fotografía más que para tener un recuerdo de mis viajes, ya me gustaba fotografiar gente.
Este niño nos observaba desde un recodo del camino. Sus amigos revoloteaban a nuestro alrededor. Él nos miraba pensativo.

13. Un vendedor de la calle:

Beirut, Líbano.
Por el paseo de la Corniche había muchos vendedores ambulantes que ofrecían algo que picar a los paseantes.

14. Un grafitti:

No tengo graffitis entre mis fotos. Otra asignatura pendiente.
Os dejo con este cartel en Trinidad, Cuba. Al menos es algo original y divertido.

15. Un farol:

Estocolmo, Suecia.
Una farola señorial y elegante, si señor.

16. Una fuente o un estanque:

Tuusula, Finlandia.
¿Quién no se iría a perder un rato en este estanque?
Al menos en Verano, en Invierno es otra cosa.

Ahora, cuando el virus me lo permita, saldré a buscar estos tesoros por Helsinki.

Espero mostrároslos a fin de mes.

Y vosotros, ¿os animáis a buscar los tesoros en vuestra ciudad?