Nadie está más de dos segundos en el mismo sitio, poca gente va sóla, casi todos en grupo y el teléfono móvil es cómo una extensión de sus manos, un dedo más.
Lo que más llama la atención es que el tumulto está organizado. Cientos de personas cruzan las calles al mismo tiempo pero ninguna se toca. Todos tienen su espacio propio alrededor. Algo mágico y misterioso, difícil de entender.
Tokyo nos recibió lloviendo, pero eso no nos desanimó a recorrer sus barrios, a descubrir sus rincones y todo lo que la ciudad quisiera mostrarnos.
Y descubrimos que a los japoneses les apasionan los dulces.
A lo largo y ancho de Japón nos encontramos colas en las tiendas para comprar las galletas típicas de la zona.
Que detrás de las calles super pobladas, siempre hay lugares tranquilos dónde sentarse a descansar.
Esto es un canalón japonés. Una verdadera preciosidad, aunque dudo que útil si es que cae mucha agua.
Que es posible desayunar pescado crudo a las 6 de la mañana.
Y que una ciudad de miles de rascacielos puede ser tan bella al anochecer
como el amanecer.
Y esto, sólo fué el principio.
Conchiiii!!! Qué maravilla... Japón me fascina!!! Tengo que volver con mi marido!
ResponderEliminarMe encantan tus fotos, y tengo muchas ganas de ver muchas más. Gracias por compartir...
guauu! pues vaya inicio, ya quiero ver el restoooo!
ResponderEliminarbesitos
Me encanta el sushi y el sashimi, aunque no creo que podría comerlo a las seis de la mañana :s
ResponderEliminarQué bellezas nos cuentas de Japón. Hoy precisamente vi un programa que se llama "La lista de Virginia" en Japón y se trata de una chica con raíces asiáticas que recorre Japón probando todas sus exquisiteses culturales. En el de hoy, la chica paseó en una carrocita guiada por un chico, probó cualquier cantidad de ricuras japonesas y mostró la ceremonia del té, además de ir a comprar en la tienda más antigua de té. Fue mágico... me encantaría ir.
Cuéntanos más, Conchi :)
qué fantástico Tokyo!!! Debio de ser mágico estar allí. Preciosas fotos Conchi, ya estoy deseando ver muchas muchas más de tu viaje. Seguro que has visto muchísimas cosas impresionantes.
ResponderEliminarBesitos!!!
Quiero ir a Tokyo!! Qué suerte de viaje!! :)
ResponderEliminarVaya inicio!! Deseando leerte para poder viajar contigo!
:)
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ResponderEliminarSusana, definitivamente es otro mundo.
ResponderEliminarLo de las fotos va sin prisa, pero sin pausa. Diciembre es un mes lleno de proyectos abiertos. ¿Dönde andas ahora? ¿En Asia otra vez?
Ivana, a tí te habría encantado. No sabes la cantidad de detalles y vajilla que rodean el arte culinario.
Pati, fuimos a ver el mercado del pescado y nos levantamos a las 4 de la mañana. Así que por eso desayunamos sahimi y sushi a las 6.
De todas maneras, tengo que reconocer que nuestros estómagos europeos estaban más preparados para el café con tostadas que para el desayuno japonés.
Sylvia, por una parte es muy parecido al mundo occidental, pero luego tienen cosas que están a años luz de nuestra manera de vivir.
ResponderEliminarLasti, tú en nada estarás en la carretera de nuevo. Si algo he aprendido en mis viajes, es que los españoles somos la única nación que no lleva a sus hijos a recorrer el mundo.
No digo que mañana vayamos a Afganishtan, pero hay miles de países a los que se puede ir con un niño pequeño.
Raquel, Japón no es tan carísimo commo parece. Por supuesto no es tan barato como otros países del sudeste asiático, pero no es muy diferente a los precios que tenemos en Europa.
Te mando un mail y te lo explico todo.
Jolín... que belleza, oriente es algo que me atrae muchísimo, la cultura, las costumbres, los paisajes... Desde que mi economía se ha visto empequeñecida y mi reciente miedo a volar (Gracias Bin Laden....), a penas viajo, menos mal que está tu blog!
ResponderEliminarQué maravilla! me encanta eso de que la multitud esté organizada, cada uno con su espacio sin avasallar!! No hay nada que me de mas rabia que las apreturas...¿qué pasa con el metro?
ResponderEliminarPreciosas fotos! Un beso. Bea
Me he quedado con ganas de más, es que me ha sabido a poco, así que aquí me quedo hasta próximas entregas.
ResponderEliminarLo del orden creo que no me pilla por sorpresa (por eso de los estereotipos), lo del dulce me llama más la atención.
¡Feliz semana!
Conchi, hermoso todo lo que nos contas, cuántos detalles, pero subi más fotos!!!
ResponderEliminarHermosa experiencia...
Ely, para bolsillos pequeños tienes Vietnam. Hotel por 10 dólares, comer hasta hartarte por 2.
ResponderEliminarLo de volar, no, no,no
No te voy a marear con lo de que es el transporte más seguro, pero no te me quedes en casa. Una veleriana, un poco de yoga y súbete a un avión. ¿Y lo que te pierdes?
Bea, suena bien, pero era un poco raro. Además había un montón de carteles para respetar a los demás: para las mujeres, que no se arreglaran en el metro, para los que llevaban maletas que no golpearan a la gente, para indicar el lado por el que debías andar.
Al final, era un poco alienante.
Y el metro,.... En el metro hay vagones sólo para mujeres porque hay mucho sobón suelto. Si, como lo oyes. Como diría el dicho, los japoneses están más salidos que el pitorro de un botijo.
María, los dulces eran de dulces, arroposos.
ResponderEliminarEl de la temporada era relleno de castaña.
Anto, es que no me da el tiempo para más. Lo prometo.
Pero me alegro que te gusten
Que bellas las fotos!!! Necesito todos los datos de hoteles, porque eso es lo me falta para finiquitar mis detalles. Me ayudas?
ResponderEliminarClaro, André, sólo dame unos días y te mando todo lo que quieras
ResponderEliminarY bueno, no todos los días se puede desayunar en Japón... hay que aprovechar (y adaptarse) :D
ResponderEliminarGracias! Cuando tengas tiempo, mil gracias!
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