Todo es relativo

Sé que todos los que vivís en el mismo hemisferio que nosotros (sin contar el sudeste asiático) estáis pasando frío y pensando qué duro está siendo el invierno.

Lleváis la chaqueta abrochada y hasta en esos lugares dónde normalmente no lleváis gorro estáis empezando a planteároslo.  Puede incluso que os hayáis levantado esta mañana y todo estuviera nevado.

Frío aquí, frío allí. Fríos relativos.

Ayer cuando nos levantamos por la mañana el termómetro marcaba -25ºC. ¡Ahí es nada!

Una vez me explicaron en una fiesta que por debajo de -15ºC no es aconsejable salir con niños muy pequeños o hacer ejercicio. No tiene que ver con lo bien abrigado que vayas o con la sensación térmica, tiene que ver con la diferencia de temperatura que entra por tus vías respiratorias. El frío quema, aunque parezcan dos cosas totalmente opuestas.

Por eso, dejé a mis chicos en manga corta en casa y yo me vestí capa sobre capa para enseñaros esto.

El sol sólo sale por estos lares cuando hace realmente frío, pero cuando lo hace, el mundo se transforma en un caleidoscopio de colores reflejados en el hielo y la nieve.

Por si no os habíais dado cuenta, ahí arriba está el mar. La prueba el barco que pasa a la derecha de la foto. Nada se para aquí por el frío y la nieve.

Ni la vida, o si no mirar este pajarito disfrutando del sol de la mañana.

Las plantas esperan la llegada de la primavera vestidas de hielo.

o de nieve, depende de lo cerca que queden del medio acuoso, ya prácticamente inexistente.

Hoy las temperaturas subieron y se estancaron en torno a los -10ºC. Así que después de disfrutar de un precioso amanecer, cogimos el trineo y nos fuimos a disfrutar de la nieve.

Pero eso ya es otra historia.