Estamos de vuelta

Llevo tiempo queriendo volver por aquí. 

Saludar, decir hola y dejar por escrito ese diario de pequeñas cosas que el tiempo borra como si no fueran importantes, pero que he descubierto son mucho más dignas de recordar que otros eventos que marcamos en los calendarios.

Mi propósito de 2013, esos que hago y nunca cumplo, fue tomarme la vida con lentitud. La RAE define lentitud como el desarrollo pausado de la ejecución o del acontecer de algo.

Suena poético y os aseguro que lo es.

Cuesta, al principio cuesta como si no hubiera mañana. Tú quieres disfrutar del dulce fer niente pero el pepito grillo de tu cabeza te dice que podrías estar haciendo mil cosas más.

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Pero no es cierto. Os lo prometo, no lo es.

Si le haces caso al pequeño diablo que llevas dentro descubrirás que has hecho todas las cosas que pensabas, pero no has disfrutado ninguna. Y disfrutar es una de las mejores cosas de vivir la vida con lentitud.

En 2013 me centré en descubrir aquellas cosas que me hacían feliz, que me llenaban y que merecían que les dedicara tiempo de calidad. Descubrí que la mayoría de las veces eran cosas de perogrullo, de esas que damos por sentadas y a las que no le prestamos mucha atención.

Mi propósito funcionó. Sigo trabajando en ello, pero os puedo asegurar que soy mucho más feliz.

Por eso y porque dentro de poco seremos 4. 

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Ese fue el motivo principal de mi descanso. Durante casi tres meses entré en modo oso para dormir, dormitar y seguir descansando.

Mis chicos me cuidaron de maravilla, pero pocas ganas me quedaban para alejarme del sofá, la cama (y lamentablemente el baño).

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A pesar de todo mi cabeza loca seguía con ganas de cosas bonitas y proyectos nuevos, así que si me sigues en Instagram sabrás que por allí he tratado todo lo posible de seguir viva y coleando.

Para el 2014 mi propósito es hacer mi vida más bonita. No caer en el típico razonamiento de "eso sólo lo veré yo" o "total, si nadie lo valora".

Tazas de la Malcontentta, regalo de mi madre. Os las enseño pronto porque son preciosas.
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Las cosas bonitas te hacen el doble de feliz, o al menos eso es lo que me pasa a mí.

Veremos a ver como lo cumplo.

Y vosotros, ¿tenéis propósitos para este año? ¿cumplís alguno de ellos?

Si no tenéis ninguno, no pasa nada lo importante es ser felices y, como diría nuestra cerdita favorita, saltar los charcos.