Beeee

Si hay algo que los niños empiezan a aprender desde bien pequeños es el sonido de los animales.

Pol no las tiene todas consigo. Creo que no entiende muy bien por qué según quién se lo enseña, el animal hace diferentes sonidos.

Pero si tuviera que elegir un animal favorito, creo que estaría entre la beeee y el muuuu, eso seguro.

En Portugal estuvimos parte de las vacaciones en una granja y Pol se iba todos los días a saludarlas. Mañana y noche. Beeee.

Así que cuando me puse a pensar en una manera de decorar su habitación, no se me ocurrió mejor animal que pudiera observar sus juegos y velar sus noches.

Lo tengo que reconocer. Me da mucha pereza ponerme a abrir cajas y a colgar cuadros, pero no puedo evitar sentarme a hacer pequeñas manualidades que un plis plas le dan otro aire a cualquier habitación.

Una guirnalda de beees.

La idea es sencilla y la ejecución lo es más. Yo buscaba algo que se hiciera en menos de una horita, porque mirar por la ventana el día que hacía, ¿quién se queda en casa sabiendo que el invierno está a la vuelta de la esquina?

Me puse a buscar en mi cajón desastre y encontré esto:

Goma eva. Limpio y sencillo de cortar hasta para un niño pequeño (o mediano, que por lo menos tiene que saber usar las tijeras).

Busqué mi patrón (en mi caso lo pedí prestado a mi Black Oveja favorita), y luego sólo había que calcarlo y cortar.

(Merche, Pol está feliz con sus ovejitas y a su mamá le encanta tenerte presente todos los días)

Lo más complicado (y que luego resultó una tontería) fue elegir la cinta que sujetaría la guirnalda.

Saqué todas mis cintas, cuerdas y lanas y como no me decidía, hasta pedí opinión a mis amigas.

Al final me quedé con una cuerda color hierba, muy a tono con las ovejas, aunque si queréis saber la verdad, prácticamente no se distingue el color una vez colocada en la ventana.

Para colgarlo, os recomiendo que lo planteéis primero sin llegarlo a pegar. Así os aseguraréis que todas las partes de la guirnalda están en el lugar perfecto.

Podéis usar celo de dos caras, de una o si os sentís muy amoros@s, como yo, washi tape.

Una vez planteado, llega la hora de pegar. Normalmente se utiliza silicona o pegamento un poco fuerte, pero como yo no quería que ninguno de los dos productos manchara la goma eva, utilicé perlas de pegamento.

Las venden para pegar las fotos en cualquier tienda de fotografía y yo las utilizo prácticamente para cualquier cosa.

Ya está lista.

Ahora Pol entra en su habitación llamándolas beeeee y qué quereis que os diga, me encanta el toque que le da a su habitación, a la que todavía le falta mucho para estar terminada.

Así que ya sabéis, si os apetece animaros, sólo tenéis que comprar goma eva para hacer manualidades y pensar en su animal favorito (o en su coche, su casita o cualquier cosa que se os ocurra)

Nosotros nos vamos a dar de comer a las ovejas.