Por eso, el sábado pasado decidimos hacer honor a una de las canciones favoritas de Pol y nos acercamos a una granja. Junto con las excavadoras, los tractores y los coches de bomberos, los animales ocupan el puesto de honor entre sus cosas favoritas.
Sabemos de carrerilla el nombre y el sonido de todos los animales al menos en 2 idiomas (en finés desconocemos si los sabe, principalmente porque nosotros no salimos de los básicos y en catalán se arranca con algunos, pero todavía tenemos que perfeccionar el hecho de que sean tan parecidos al castellano)
Esta granja está en el área de Kirkkonummi, a unos 30 km. de Helsinki y en plena naturaleza. Habíamos leído que los animales estaban totalmente acostumbrados a los niños y pudimos comprobarlo nosotros mismos.
Los animales andaban sueltos por la granja y te podías acercar a tocarlos, acariciarlos o simplemente verlos muy, muy de cerca.
A Pol no le gustó la experiencia de tenerlos tan cerca. Pasó primero por un momento de respeto, para irse acercando poco a poco, hasta atreverse a tocar un pequeño pony. El pony decidió saludarlo y del salto que pegó, todos terminamos asustados y no hubo manera de que se acercara a ningún animal más.
Por supuesto paseamos repitiendo los nombres y los sonidos de los animales que encontrábamos, una y otra vez.
El gallo, kikiriki, daba menos miedo porque estaba detrás de las rejillas. Vivía con las cocococo, gallinas y unos pavos reales que Pol decidió que hacían pío-pío, pero que me registren si sé el sonido que hacen.
Vimos también, cabras, burros, conejos y el cerdo más grande del mundo. Está claro que aquí no saben lo rico que está el jamón. Además había un par de Alpacas paseando tranquilamente arriba y abajo. ¿Alguien sabe que sonido emiten?
Pero sobre todo había caballos y aunque no debe de ser un picadero al uso, si que es un lugar para que los niños aprendan a montar.
Pero sobre todo me gustó porque al ser una granja enorme, no hay que estar todo el rato con los animales.
También tiene un par de áreas de juego para niños de todas las edades, mucho terreno para caminar, escalar o disfrutar de las vistas y hasta áreas de picnic y barbacoas.
Un sitio para disfrutar a tope toda la familia, vamos.
¿Habéis visto el nuevo flautista de Hammelin?
Yo sé que Pol se quedó con su momento tractorista y que cualquier día nos pedirá volver.
Mientras tanto seguiremos cantando eso de "Old McDonald has a farm ia, ia,oooo"
Granja Rehndal
Hilantie 100
Kirkkonummi
Un grandísima idea llevarle a una granja. De buenas a primeras creo que a todos los peques les da mucho respeto verles hasta que se van acercando, seguro que la próxima será diferente y además volverá a subirse a ese tractor. No me quiero ni imaginar la de vocabulario que esta reteniendo. A esa edad son una esponja. Así anduvimos nosotros de pequeños con tres idiomas a la vez y ahora somos unos privilegiados. Me han encantado las fotos y la excursión. Ánimo con la semana :*
ResponderEliminarUn día perfecto, el sitio es una maravilla. Qué bien que vaya llegando el buen tiempo para poder hacer cosas así. Un besito.
ResponderEliminarla última foto se lleva todos los premios... genial! Los seguimos, besos :)
ResponderEliminarPor las fotos un día genial!!! y no digo cómo se lo pasó el peque (o no tan peque!),... la foto del tractor es la mejor es buenísima!!!! besos
ResponderEliminarEso sí que es un sitio bonito :).
ResponderEliminarAlgo bueno tendremos que tener las expatriadas, y es encontrar lugares tan verdes y naturales cuando por fin la nieve desaparece de nuestra vista. Bueno, al menos eso pienso yo que soy del sur, igual los del norte de Espanna eso lo tienen en su tierra natal ;)
Un beso desde Alemania!
¡Qué bonitas imágenes! Adorables animales. A mi pequeño le encantaría ¡Es como su granja de Ikea pero a tamaño real!
ResponderEliminar¡Hola! Nosotros tenemos que ir pronto a una granja también, porque mi hijo estudia los animales en el cole y muchos no los ha visto nunca en vivo y en directo. Me ha hecho gracia lo de oveja= alpakka, ¡mira que es complicado el finés! Me recuerda a cuando estudiaba sueco y apareció el verbo sova (dormir) y todos contentos porque de ese sí que nos acordaríamos, ja, ja
ResponderEliminarBesos desde Barcelona,
Marta