En compás de espera

Últimamente mi vida está en una especie de stand-by.

Con cambios por llegar, pero que no llegan. Perdida en el limbo de los que esperan que algo pase, mejor o peor, pero que pase.

No soy del tipo de personas que esperan sentadas, necesito movimiento, proactividad. Soy capaz de enfrentarme a lo que venga, de pensar y ejecutar soluciones a múltiples situaciones y problemas, pero necesito que lleguen, que se manifiesten.

Lamentablemente el clima de este país no ayuda a los ánimos inquietos. Pero ya que lo único que puedo hacer es esperar, al menos trataré de hacerlo con una sonrisa en la cara y todo mi optimismo a pleno gas.

Como decía mi bisabuela, "los cielos no son negros, sino oscuros" y "cuando una puerta se cierra, se abre una ventana".

Así que para levantar el ánimo, os animo a pasear por tierras cubanas conmigo.




Allí vivieron mis bisabuelos varios años y allí nació mi abuela, así que algo habrá en mi sangre de aquella isla del sol.

Nosotros estuvimos allí hace un par de años. Queríamos conocer la isla antes del cambio, que la mayoría de ellos esperan y que no acaba de llegar.

Ellos viven su día a día con resignación, imaginación y alegría. Esperemos que, como a mí, pronto les llegue lo que esperan.


Os dejo con sus ciudades:



Sus paisajes:


Pero sobre todo, su gente:



Si queréis ver más, pasaros por aquí:



Y si entendéis el inglés, aunque sea un poquito, os recomiendo este corto. Ya lo he visto dos veces y no puedo parar de sonreír.

¡SMILE!