Estos son los primeros Reyes en mis 33 años de vida que paso lejos de mi familia, bueno para ser más exacta de mis papis y hermanos.
En una familia tan "familiar" como la nuestra, valga la redundancia, los Reyes han sido siempre una de nuestras fechas más señaladas.
Después de pasar las Nochebuenas, Navidades, los fines y entrada de año con todos los abuelos, primos y tíos de la parte materna y paterna (y ahora con la correspondiente familia de mi sallentí favorito), el día de Reyes es nuestro día. Sólo de padres y hermanos (y ahora cuñados, novios y sobrinas. ¡¡Y es que la familia aumenta que no veas!!)
Aunque parezca difícil nunca hemos perdido la emoción de la llegada de los Reyes. Seguro que ayuda tener un hermano 14 años más pequeño y una familia que saca la ilusión hasta debajo de las piedras, pero año, tras año, haga frío, nieve o haga sol, hemos pasado los días 5 y 6 de Enero juntos: viendo la cabalgata, pegándonos con los otros niños por los caramelos que tiraban los Reyes, acostándonos pronto y levantándonos muy pronto por la mañana para ver que habían dejado en los zapatos.
Incluso un año que por motivos laborales no pude ir a Zamora, mi familia al completo (paquetes incluidos) se vino a pasar los Reyes conmigo. Dormimos todos en mi "casita de juguete" (más en el suelo que en las camas), pero al día siguiente los zapatos estaban llenos de regalos. (Lo que no recuerdo es dónde dejamos 6 pares de zapatos, si entre colchones y maletas no había sitio ni para pasar al baño.)
Este año estoy un pelín más lejos y no hemos podido pasar el día juntos, al menos físicamente, pero un trocito de mi corazón y mi mente estaban allí.
A ellos sé que les ha pasado lo mismo. El espacio debajo de la mesa dónde dejo mis zapatos se ha quedado vacío y mi hermana me ha despertado igualmente para decirme que los Reyes ya habían llegado.
Me han llamado varias veces y han mandado muchas fotos para que no nos perdamos nada del gran momento de apertura de los regalos. Incluso una sorpresa del Roscón de Reyes viajará a Helsinki para darnos suerte, igual que si hubiéramos sido uno de nosotros el que la hubiera sacado del roscón.
Aquí en Helsinki, nuestra pequeña nueva familia dejó los zapatos debajo del árbol como manda la tradición en mi casa (limpios y el par favorito) y a la mañana siguiente amaneció llena de regalos.
Sé que los Reyes conocen nuestra nueva dirección y están contentos de la inauguración de nuestras nuevas tradiciones.
No soy mucho de lista de propósitos con el año nuevo, pero al terminar el día y meterme en la cama me prometí a mi misma tratar de crear la misma magia que mis padres han creado para nosotros en nuestra nueva inagurada familia.
En una familia tan "familiar" como la nuestra, valga la redundancia, los Reyes han sido siempre una de nuestras fechas más señaladas.
Después de pasar las Nochebuenas, Navidades, los fines y entrada de año con todos los abuelos, primos y tíos de la parte materna y paterna (y ahora con la correspondiente familia de mi sallentí favorito), el día de Reyes es nuestro día. Sólo de padres y hermanos (y ahora cuñados, novios y sobrinas. ¡¡Y es que la familia aumenta que no veas!!)
Aunque parezca difícil nunca hemos perdido la emoción de la llegada de los Reyes. Seguro que ayuda tener un hermano 14 años más pequeño y una familia que saca la ilusión hasta debajo de las piedras, pero año, tras año, haga frío, nieve o haga sol, hemos pasado los días 5 y 6 de Enero juntos: viendo la cabalgata, pegándonos con los otros niños por los caramelos que tiraban los Reyes, acostándonos pronto y levantándonos muy pronto por la mañana para ver que habían dejado en los zapatos.
Incluso un año que por motivos laborales no pude ir a Zamora, mi familia al completo (paquetes incluidos) se vino a pasar los Reyes conmigo. Dormimos todos en mi "casita de juguete" (más en el suelo que en las camas), pero al día siguiente los zapatos estaban llenos de regalos. (Lo que no recuerdo es dónde dejamos 6 pares de zapatos, si entre colchones y maletas no había sitio ni para pasar al baño.)
Este año estoy un pelín más lejos y no hemos podido pasar el día juntos, al menos físicamente, pero un trocito de mi corazón y mi mente estaban allí.
A ellos sé que les ha pasado lo mismo. El espacio debajo de la mesa dónde dejo mis zapatos se ha quedado vacío y mi hermana me ha despertado igualmente para decirme que los Reyes ya habían llegado.
Me han llamado varias veces y han mandado muchas fotos para que no nos perdamos nada del gran momento de apertura de los regalos. Incluso una sorpresa del Roscón de Reyes viajará a Helsinki para darnos suerte, igual que si hubiéramos sido uno de nosotros el que la hubiera sacado del roscón.
Aquí en Helsinki, nuestra pequeña nueva familia dejó los zapatos debajo del árbol como manda la tradición en mi casa (limpios y el par favorito) y a la mañana siguiente amaneció llena de regalos.
Sé que los Reyes conocen nuestra nueva dirección y están contentos de la inauguración de nuestras nuevas tradiciones.
No soy mucho de lista de propósitos con el año nuevo, pero al terminar el día y meterme en la cama me prometí a mi misma tratar de crear la misma magia que mis padres han creado para nosotros en nuestra nueva inagurada familia.
¡Es un orgullo formar parte de mi familia!
Menos mal que el comentario hay que escribirlo, porque si tuviese que hablar creo que no podria, tengo un nudo en la garganta que la voz me saldria como si hubiese tragado helio!!!!
ResponderEliminarMe da mucha penita que cosas que antes eran impensables (como pasar separados los Reyes) ahora sean reales, entiendes pq me empeño en cumplir 25+4???
No somos conscientes de que hay que disfrutar de todos los momentos de la vida al máximo y mas los que pasas con gente que quieres.
Aunque en el fondo estoy contenta porque se que nuestro "sallenti" favorito (lo compartes, no?jejeje) hizo todo lo posible y mas para que siga siendo una fecha muuuy señalada en el calendario
Lauriqui, propongámonos disfrutar al 200% de ahora en adelante.
ResponderEliminarComparto a mi "sallentí" como buenas hermanas (¿quién decía eso cuando éramos peques?)
Un beso y ten cuidado con el helio que hará que vueles como un globo.
Un beso fuerte de hermana mayor
es precioso que se mantenga esa ilusión y esa unión familiar.
ResponderEliminarY ese propósito debería ser muy firme... mantener todos los reyes esa magia..independientemente de cuántos esteis celebrándolos.
muchos besos.. realmente precioso, Conchi.
Gracias Maba.
ResponderEliminarEra un poco personal, pero quería dedicárselo a ellos.
Seguro que la tuya también es muy especial