Bueno, pues eso me pasa a mí continuamente con vosotros. Sobre todo últimamente.
Esta semana estoy tratando de estar muy, muy ocupada para no pensar que no estoy en mi queridísima tierra.
Para los que no lo han vivido es difícil de entender, pero los que viven una tradición, sea la que sea, puedan entender por qué durante estos días yo sería una usuaria muy activa del teletransporte, si es que eso llega a existir algún día.
Como ya conté aquí, la Semana Santa nórdica tiene que ver con el renacer de la vida, con la limpieza de lo viejo para dejar paso a lo nuevo, así que por aquí estamos rodeados de conejitos, huevos y flores. Muchas flores.
Estas son Mallorquinas. Ya nos gustaría tener algo así por aquí.
Mañana, a muchos kilómetros de distancia mi familia se estará vistiendo de negro de luto, de verde esperanza.
Por aquí un pequeño conejo irá a la guardería para seguir nuevas tradiciones, celebrando la llegada de esas ansiada primavera que no termina de llegar.
Esta foto la he sacado al volver a casa con el móvil.
Cada noche vuelve a nevar, pero la Primavera es más fuerte.
Así es la vida de los que vivimos lejos.
Vosotros disfrutar mucho de lo que sea vayáis a hacer estas fiestas. Yo os cuento cosas a la vuelta.
Animo, mucho animo.
ResponderEliminar¿Sabes lo malo? Que tu ya estás condenada a la Nostalgia.
Si mañana te volvieses, te moririas de nostalgia pensando en cosas de aquí, de donde has tenido y criado a tu hijo.
Es lo malo de los que vivimos con una maleta siempre echas de menos cosas.
Al menos a mí me pasa...
P.D Preciosas fotos, me encanta el detalle de la mantilla ... Ains(suspirillo)
Mónica
Yo no pienso en volver, Mónica. Mi casa es dónde mis chicos están, pero hay momentos en los que hecho de menos esas cosas que me hicieron cómo son.
EliminarCreo que me expliqué terriblemente mal.
EliminarQuería decir que lo comprendo y comparto... Lo que quiero expresar es que estamos condenadas a la nostalgia. Hagamos lo que hagamos yo tengo la sensación de no tener algo.
Me faltan las mantillas, los tambores, los pasos,el pan bueno para hacer torrijas, los cirios, las saetas...
Pero cuando voy... hecho de menos esta tierra y Suecia... No se que tendría que hacer para deshacerme de esa sensación, a lo mejor no es cosa de la distancia y es que hecho de menos los años de cría cuando vivía todo eso. No sé.
En cualquier caso mira que regalo de luz hay hoy para levantarnos el animo.
Un abrazote
Te entiendo, uno extraña todo eso con lo que creció. Pero animo. Te mando un beso enorme!
ResponderEliminarGracias, guapa. Yo sé que tú me entiendes
EliminarTe entiendo perfectamente. Yo perdi tod aquello que tuve de pequeña y no podre nunca recuperarlo, pero gane otras cosas que ahora ya son mias, y reitero lo que ha dicho Monica, siempre echaremos de menos aquello que hemos vivido y no falta. Ufffff, que nostalgicas estamos.....Animo!!!!!, arriba los corazones!!!!!, disfrutemos de lo que tenemos. Ana Noa.
ResponderEliminarAna Noa, yo también soy de disfutar el momento, pero hay momentos en los que no me gusta estar tan lejos
EliminarHola Conchi, se me ha quedado un nudito en el estomago leyendo tu entrada, te mando un fuerte abrazo desde Madrid, mucho animó, y si pudiera te mandaba un tupper con unas buenas torrijas para que tuvieras un trocito de la semana santa. Disfruta la llegada de la primavera con ese pequeño conejo que tiene mucha suerte de vivir dos culturas y ya nos contarás a la vuelta de las vacaciones.
ResponderEliminarun abrazo
Beatriz P.
Gracias Bea. Me tomo una de esas torrijas digitales que no engordan, pero llenan igualmente
EliminarBesitos, ánimo y a disfrutar de tu maridín y de tu precioso niño.
ResponderEliminar{no dejes que la nostalgia te invada, ya llega la primavera con esos rayitos de sol que nos traen felicidad}
ana♥
Siiiiiii, la primavera está casi aquí
EliminarMañana aunque no estéis con nosotros en persona, estaréis en nuestros corazones, porque las tradiciones querida Sis son familiares y sin la familia la tradición no tiene sentido. Ojalá que el año que viene estemos juntos!! Tu mañana disfruta mucho del pequeño conejito. Os quiero.
ResponderEliminarYo hoy voy contigo en la fila. Lo sabes, ¿no?
EliminarCada año te vuelve la nostalgia para estas fechas, es curioso!
ResponderEliminarSeguro que tu peque te la hace pasar super rápido!
besazos
Ivana, no es curioso, es normal. :)
EliminarPol hace que todo sea felicidad, eso seguro.
Cómo son las cosas, y a mí que lo que me molaría sería una tradición como la que tienes allí...
ResponderEliminarMucho ánimo y disfruta de estos días
A mí me encanta esta tradicción, esta idea de focalizarlo todo a la vida.
EliminarLo que yo echo de menos es a mi gente, a mi tierra y a lo que estos momentos significan para nosotros.
Sé que es difícil de entender, pero es así, que le vamos a hacer
Es muy mala la morriña, si :(
ResponderEliminarEspero que tengas mucho ánimo y las actividades nórdicas alegren tus ratitos :)
mIl besos!
Pepa, tratamos de hacer cosas muy, muy diferentes de las que solemos hacer en estas épocas.
EliminarGracias
Van tres intentos de publicación, pero ninguno de ellos ha salido... Creo que me estoy convirtiendo en una auténtica cabezota...
ResponderEliminarConchi: no, no es tan difícil de entender, se trata puramente de una cuestión de empatía.
Sabes una cosa: creo que cuando nos ponemos “malitos” de nostalgia, lo que en realidad añoramos es la persona que éramos cuando estábamos allí (allí donde ahora no podemos estar) porque allí, éramos los que éramos gracias a todas las personas y las cosas que allí teníamos y que nos seguirán esperando siempre...
Creo, también, que cuando nos trasladamos lejos dejamos en tierra un montón de cosas que no pueden viajar con nosotras, pero que se incorporan a nuestro equipaje en forma de recuerdos...
Creo que incluso una parte de nosotras mismas tampoco viaja con nosotras: se resiste al traslado y se queda allí, esperando a que regresemos... Es esa voz que nos pide que volvamos, que nos empuja amorosa hacia la nostalgia: nuestra tierra, nuestra casa, nuestros amigos, nuestra familia,... La primavera incipiente pero rotunda, la luz de Marzo, los sonidos de la Semana Santa, el olor de las procesiones, el bisbiseo del río, el olor de la tierra mojada cuando ha salido el sol; los domingos radiantes y su aperitivo, la textura de la que están hechas las horas en nuestra tierra, nuestro idioma, las bromas, los chistes, los chascarrillos, quedamos para el café, voy a pintarme el ojo... Nuestras comidas, tomarnos un vino, la tapas, saludarnos por la calle... Juntarnos todos en casa... Mamá cuánto te he echado de menos... Papá te quiero... “Cómo me gustaría...”... ¡El color del cristal con que veíamos la vida pasar!...
Te entiendo tanto, bonita: hemos nacido y crecido en medio y entre todo eso; todo eso somos nosotras mismas: somos la tierra donde nacimos y somos parte de la gente que nos quiere y a la que queremos, vivimos entre ellos, con ellos, por ellos, a través de ellos, y eso nos da vida.
¿Y qué podemos hacer? ¡Nada!... ¿Nada?... No-no-no-no... Podemos alegrarnos porque si padecemos mal de nostalgia es porque nos relacionamos con nuestro mundo desde el amor y el compromiso, desde la sinceridad y los sentimientos, desde la emoción y la pasión, desde lo más “esencial” de nosotras mismas y eso es precioso: para nosotras no tiene sentido vivir la vida desde la orilla, hay que mojarse hasta las trancas, y así te veo hoy a ti, princesa, empapadita de sentimientos y añoranza, así que vamos a brindar, sí, sí, a brindar, por la Semana Santa y por la nostalgia... ¡Y por muchos años!... Clin!
“Vivir es una huella” (Ada Salas)... ¡Ya ves! :)
Buff, es el olor y el sonido. Es el sabor y el tacto, pero sobre todo la vista.
EliminarTengo mis sentidos allí con los que la viven en directo
Pues si, es duro vivir lejos de los tuyos, con lo que has crecido y vivido y como bien dices en determinadas ocasiones la nostalgia se acentúa más. Yo soy una madrileña viviendo en México, y aunque muchos pudieran pensar que es un país más semejante a España no es así. Aquí la Semana Santa no se vive tanto como en España, y eso que es un país más católico, supongo que han tomado un poco de aquí, un poco de allá de nuestras tradiciones, hay algunos pueblos mexicano que si hacen procesiones, pero son los que menos. La pena es que en este maravilloso país hay una invasión de las tradiciones estadounidenses, entre ellas la Pascua, pero así somos, globalizados. Uno al decidir marcharse de su país tiene que ser consciente de que deja muchas cosas atrás pero que además gana otras, así es la vida. La verdad es que te comprendo, es difícil olvidar todo un bagaje cultural, es con lo que hemos crecido. Felicidades por tu blog, me encanta. Saludos desde México
ResponderEliminarmuchas gracias Merce.
EliminarYo soy muy consciente que no soy de aquí ni de allí, pero hay momentos en los que la nostalgia me puede
Muchas muchas gracias Conchi por la felicitación! Espero que lo estés pasando bien estos dias, aunque sea lejos. Las tradiciones son las que creamos en casa, con los nuestros... esas son las importantes :)
ResponderEliminarDe nada, Cris.
EliminarDe lo de las tradiciones tienes toda la razón. El problema es que parte de los míos están muy lejos, allá dónde la tierra me llama
Hola Conchi:
ResponderEliminarLlego el Jueves Santo a Zamora y la preciosa Virgen de la Esperanza (aunque yo soy mas de la Soledad) cruzo el Puente de Piedra porque el tiempo repeto la mañana, las mujeres portaban su mantilla y en la Avenida el Mengue intentaban cambiar su rictus de frio antes de encaminarse hacia la calle Balborraz, mejor dicho la cuesta....Fue un Jueves raro porque a la hora de la prcesion de la tarde, de la Vera Cruz, llovia y se decide suspender, solo llovio el momento de la salida pero no se pueden arriesgar como el año pasado a mojarse las maravillas de tallas, llego la noche y el yacente paseo por la plaza de Viriato mientras se entonaba el Miserere en una noche desapacible... Llego el viernes y el Cinco de copas no pudo salir de San Juan porque otra vez llovia, sus cargadores se conformaron con oir la marcha de Talberg dentro mientras lo bailaban delante de la Soledad, lamprocesion del Santo Entierro tampoco salio pero si pudo procesionar la de Nuestra Madre al igual que la Soledad y la de la Resurreccion. Esto ha sido un poco el resumen de la Semana Santa en Zamora vista por una zamorana que tampoco vive alli pero que intenta regresar todos los años con mi familia e intentar transmitir lo que es para mi a mis hijos para que algun dia puedan seguir la tradicion. Un saludo y hasta pronto.
Gracias Blanca. Me han emocionado tus letras.
EliminarYo soy más de la Esperanza. Por familia y por tradición, pero reconozco que cómo la Soledad no la hay más guapa.
¡Pero qué fotos tan bonitas!
ResponderEliminarLas he disfrutado muchísimo, con cierta envidia sana porque yo hasta ahora no tenía cámara y en cuanto a fotografía estoy empezando. Acabo de "heredar" la cámara de mi chico, que se ha cambiado y ando bastante perdida. Tengo un laaaargo camino por delante hasta poder hacer fotos medianamente decentes a mis cositas. Gracias por inspirarme.